domingo, 14 de junio de 2009

Para seguir con la poesía

El árbol de la añoranza

Traje mi árbol de ascuas
y él me entregó
un loto
un loto con frutos como cuencos
capaces albergar
cada uno
un universo.
Traje el ardor de mis naranjas
hasta su mano ardiente de besos.

Una gota de mi sangre con la primera luz
semilla de los recuerdos
Ya Habibi
Ya Nur

Un árbol de loto crece en mi centro
el límite mismo de la tierra y el cielo.
Toda mi huerta dorada
se hunde en un solo beso
hasta aquí, luz de mis ojos,
me trae mi deseo.

¡Toda mi resolana,
luz de mis ojos,
mi sol, mi polvareda,
por uno de tus lotos!

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