El otro día mi hijo pequeño salió de la guardería con sus manitas llenas de regalos, una flor de madera en una mano y en la otra un folio enrollado atado con un lazo. Y este es el cuento que venía escrito en la hoja:
"Cuenta una leyenda que a un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. Pero ¿cómo vivir?, tan pequeño e indefenso como soy.
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti que te está esperando y te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreir, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
- ¿Y cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.
- ¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel tomará tus manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
- He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá más aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía, con lágrimas en sus ojitos, sollozando..
- ¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tú le dirás: MAMÁ."
Doy gracias a Dios por todas las mamás, por el amor, paciencia, esfuerzo y fortaleza de todas ellas y por haberme dado el regalo de ser madre. Y gracias muy especiales a mi ángel, a mi madre.
Un abrazo de corazón.
lunes, 4 de mayo de 2009
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